TORTUGA O AVE?

Hace unos 6 meses atrás, soñé que encontraba un huevo y yo pensaba que era de tortuga. En el sueño yo cuidaba el huevo pero había un momento en el que me desesperaba y con mi boca rompía el huevo forzosamente pensando que la criatura estaba lista para nacer. Cuando lo termine de abrir.. salió un embrión de ave que aún no había terminado de formarse y por ende murió.

Recuerdo que en ese tiempo de mi vida, yo estaba comenzando mi relación con Dios y aún me sentía perdida, no sabía que era lo que Dios quería hacer conmigo, cuál era el propósito para el cual el me había creado aparte de alabarlo primeramente. Estaba más preocupada en cómo podía servirle que como podía disfrutarlo como padre. De cierta manera, tenía afán, de recibir alguna asignación de parte de Dios, servir, ser útil... pues toda mi vida, el amor, aceptación y aprobación que recibía había sido marcada por las obras que causaban estos sentimientos de la gente hacia mi. Es decir, yo tenía que encargarme de que la gente me quisiera, era como un intercambio comercial entre un servicio mío a cambio de amor.

Recordé este sueño hoy, porque estaba leyendo un libro llamado límites donde el autor decía “me han dicho que cuando un pichón está por salir de su cascarón, si alguien rompe el huevo para el pájaro, el pichón se muere. El pichón debe picotear el cascarón para salir al mundo. Este “ejercicio” emprendedor lo fortalece, permitiéndole sobrevivir en el mundo exterior. Si se le quita esa responsabilidad, se muere. Dios nos ha hecho de la misma manera, si el nos rompe el cascarón (hace nuestro trabajo e invade nuestros límites) moriremos.”

Y esto me lleva a reflexionar ahora... porque tenemos siempre afán de romper el cascarón antes de tiempo? porque tenemos siempre afán en la vida de ver resultados? Porque nos cuesta tanto aprender del proceso? Porque queremos ver los frutos antes de gestarlos en nuestro interior? Porque no cuesta entender qué hay un tiempo para todo... tiempo para ser Niño, tiempo para crecer, para madurar, para formarnos, para germinar, para sembrar, para cosechar como nos lo enseña la palabra de Dios en Eclesiastés 3:1-15.

Incluso Dios tiene la paciencia de esperar a que estemos listos para salir del cascarón. Dios conoce nuestros límites y no nos forza. Dios nos comprende y nos ama a nuestra manera y al ritmo que queramos crecer.

Por afán, muchas veces nos quedamos con la tortuga (lo que pensamos que Dios tenía para nosotros); Por afán, nos conformamos con el resultado que trajo una paciencia con fecha corta de caducidad; o perdemos la oportunidad de volar alto como el ave que Dios quiere gestar en nosotros, paso a paso dentro del cascarón.

En Galatas 5:22-23 vemos que la paciencia es uno de los 7 frutos del Espíritu Santo y esto nos recuerda que para Dios siempre va a ser más importante forjar nuestro carácter dentro del cascarón, que cuanto tiempo tengamos que durar en el cascarón para estar listos... el tiempo que sea necesario dice el Señor. Ya lo he dicho en otro escrito previamente, el Señor es dueño del tiempo, por ende para El, el tiempo no es una limitación, el puede redimirlo, acortar los días, alargar años, etc...

Cuál es el afán de salir del cascarón? Si mientras estamos en El, el Señor tiene cuidado de nosotros, dice el salmo 91 que nos cubre bajo la sombra de sus alas y por ende nos provee de la temperatura perfecta para mantenernos cálidos a travez de su presencia. Cuál es el afán? Si dentro del cascarón, somos sensibles solamente a su presencia y la de nadie más; si Dios nos forma día a día allí adentro; si en nuestro cascarón encontramos un escondite seguro, un refugio y estamos en el lugar secreto. Cuál es el afán, de apartarnos del amor del padre y querer salir antes de tiempo a oír las distracciones del mundo?

Será que nuestro afán de querer salir, es porque a muchos nos cuesta estar solos con nosotros mismos? Conocernos tanto al punto de darnos cuenta que aún no estamos listos? Querer huir tal vez y no afrontar las cosas que Dios nos llama a corregir antes de salir del cascarón?

Detente y piensa, cuales son esos afanes que te quieren robar la calma que tienes en ese cascarón y que te hacen pensar que debes estar listo y debes salir al mundo a servir, a ser útil... cuando realmente el único que sabe cuando estás listo para salir de ese cascarón es Dios... el proceso de gestación es hermoso, pues te darás cuenta de quien eres realmente en Dios, te sostendrás únicamente por el calor que tu padre te da en tu escondite seguro, tendrás la visión que Dios quiera otorgarle a tus ojos, el pondrá poder en tus manos mientras las forma para que todo lo que toques una vez salgas del cascarón sea bendecido, se asegurará que tu corazón sea de carne para que no se endurezca frente a las adversidades del mundo, pondrá un carbón encendido en tus labios como lo hizo con Isaías para remover tu culpa y perdonar tu pecado y así tus labios puedan ser testigo fiel de buenas noticias.

Mi oración para Dios, es que, una vez salgamos del cascarón, nos de la oportunidad de regresar al el las veces que sean necesarias. Porque sabemos que el ruido, al salir al exterior podrá aturdir nuestros oídos, las voces del mundo podrán enmudecer nuestra boca pero si volvemos a nuestro escondite seguro, su calor siempre estará cuidando de ti y de mi y nos fortalecerá para cualquier batalla que nos venga.

Mientras tanto, disfrutemos el proceso de gestación de lo que el Señor esté haciendo en nosotros, pues al final como dice la palabra de Dios en Habacuc 2:3 (NVI) 3 Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá. Y Dios finalmente, cuando estés listo, permitirá que tu cascarón se rompa y de a luz la nueva y mejor versión de ti mismo.

Realmente quieres salir del cascarón antes de tiempo?

Muchas bendiciones
ATN. Laura Nieto