"No te preocupes yo lo hago", "yo me puedo encargar de eso, tranquila(o)", "Si, cuenta conmigo para todo", "todo esta bien, tu déjamelo a mí". Estas y muchas frases más, son de las más comunes en la boca de un(a) perfeccionista en recuperación y con ellas queremos siempre expresar nuestra incondicionalidad, compromiso y excelencia hacia los demás. La mayoría de las veces estas palabras salen desde lo más genuino y verdadero de nuestro corazón, destacando esa virtud altruista que tenemos; sin embargo, hoy te quiero hablar sobre, esa otra posibilidad que existe, la cual es que sin darnos cuenta, algunas veces decimos estas palabras a los demás, no porque queramos ayudar sino porque nos cuesta confiar las capacidades de los demás y por ende nuestra mente busca rápidamente evitar la tediosa tarea que puede llegar a ser soltar, delegar, instruir, educar, equipar, etc...
Esto quiere decir, que muchas veces a lo que le llamamos altruismo en nuestra vida, puede esconder desconfianza en las capacidades de los demás. Así que si te sientes identificada(o) con esta descripción, tranquila(o), primero, lanza la culpa a un lado, luego reconoce que esto puede estar sucediendo en tu vida y de aquí en adelante, antes de hacer algo, revisa tu corazón, tu mente, tus emociones, para así entender que te esta motivando a hacer lo que vas a hacer. Por ejemplo: Vas a ayudar a tu compañera de trabajo a terminar su parte del proyecto, porque quieres y puedes realmente ayudarla? o porque te has dado cuenta que ya está un poco encima la fecha de entrega del proyecto, y por tu seguridad, prefieres hacer su parte completa para así evitar cualquier problema, sin embargo quedaste 100% agotada e incluso hasta con migraña?. O elegiste hacer todas las tareas del hogar y dejar que tu esposo(a) descanse, porque realmente te place hacerlo así? o porque sabes que a lo mejor tu esposo(a) no las va a hacer igual que tu y para evitar enseñarle o tener incluso alguna discusión por esto, preferiste hacerlo pero quedaste con amargura todo el día en tu corazón?
Ser altruista incluye ser servicial, compasiva(o), misericordiosa(o), amable, empática(o) y por supuesto, todo esto hace parte del ADN de un hijo de Dios en esta tierra, sin embargo, si te das cuenta, es clave meditar sobre la verdadera razón del porque hacemos las cosas por los demás y buscar que es lo que realmente mueve nuestro corazón al hacer lo que vamos a hacer, pues incluso Dios, lo que nos tomará en cuenta, son las palabras y acciones que verdaderamente han salido de nuestro corazón.
Hoy es el día en el que tu y yo podemos avanzar hacia la libertad en este aspecto, así que medita en tus motivaciones cuando vayas a dar algo de ti, ayuda cuando verdaderamente quieras ayudar por amor y con el corazón (sin esperar nada a cambio), refrena tu ayuda cuando quieras invalidar la capacidad de otros y más bien confía, delega y capacita a esa persona dándole la oportunidad de que aprenda una nueva cosa en su vida.
Deja que tu hermoso altruismo brille por su total transparencia!!!
BLOGGER: Laura Nieto
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